En el manejo de los pacientes de retina, como en muchas otras patologías oftalmológicas y generales, existe una buena cantidad de falsos mitos y creencias.

Muchas nos las cuentan los pacientes, otras las oímos de compañeros médicos, e incluso nosotros mismos oftalmólogos repetimos otras simplemente por costumbre y no pensar.

Entre ellas una de las más extendidas es la recomendación a los pacientes de retina de no coger peso, hacer ejercicio, bajar la cabeza…. Recomendaciones que se extienden habitualmente a todo paciente de cirugía ocular.

 

Vamos con las primeras: levantar pesos ¿Tiene fundamento?¿Que efecto ocular puede producir coger peso? Entendiendo por esta acción la que se refiere a levantar con los brazos bultos pesados, niños, bombonas de butano (12,5k llena), pesas o similar para sostenerlos o moverlos de sitio. Levantar una botella de agua de 5l o las “bolsas del mercadona”, no parece maniobra peligrosa.

Levantar peso puede suponer hacer un valsalva y aumentar la resistencia venosa. Hay resultados contrapuestos en estudios de la variación del espesor coroideo en reposo y valsalva, un estudio  encuentra cambios significativos en el espesor coroideo en altos miopes o hipermétropes (aunque no importantes con una media de 10 micras de variación), que se atribuye a la distensión venosa durante el valsalva. Otros estudios no lo encuentran, a lo mejor porque han sido hechos en población joven y sin defecto extremo de refracción.

También se produce aumento transitorio de la PIO en ejercicios isométricos y con levantamiento de pesos . En ejercicios extremos, hay descritas oclusiones venosas tras intenso ejercicio con deshidratación, asociados a toma de anabolizantes. Se han descrito hemorragias foveales tras ejercicio intenso con levantamiento de peso

En resumen, si levantamos peso y este es de consideración, incrementamos la presión venosa, con cierto riesgo de hemorragia. Aun así, no parece haber predisposición a un redesprendimiento de retina o a otra complicación tras cirugía vitreoretiniana diferente de un sangrado.

Otro punto de vista es que si hacemos ejercicio incrementamos el riesgo de golpes en el ojo. Depende del ejercicio, claro , en este sentido es sensato intentar disminuir el riesgo de impactos directos obviamente en operados y no operados.

Parece pues, que restringir el ejercicio físico moderado no tiene mucho sentido. No parece necesario restringir la actividad física de nuestros postoperados. Sí parece sensato evitar situaciones con riesgo de golpes directos o ejercicio físico intenso.

 

Redacción: Dra. Amparo Navea Tejerina

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